Magia en estado puro

Diversidad natural, una experiencia de lujo

Entre el cañón del Guacaica cerca a los municipios de Guatapé y San Rafael en Antioquia – Colombia, la diversidad de fauna y flora abre espacio en las montañas para albergar a nacionales y extranjeros en una experiencia diferente de ecoturismo.

Descansar en esta reserva natural, es la oportunidad para apartarse del ruido de la ciudad y pasar tiempo en familia, pareja o amigos en un hotel boutique singular. Al explorar la vegetación de este paraíso escondido entre las montañas, se puede disfrutar de senderos naturales con árboles memorables, caídas de agua que forman balnearios, música ambiente a cargo de las más de 250 especies de aves que vuelan libres por la reserva o avistar la exuberante belleza del paisaje de la región.

Así mismo la comodidad y lujo de las instalaciones han sido pensadas para lograr la integración de los invitados con el entorno. 14 suites construidas y adaptadas de forma amigable con el ecosistema, un exclusivo spa, zonas húmedas compuestas por turco, jacuzzi y piscinas climatizadas, salón de juegos, pesca deportiva y una oferta gastronómica rica en preparaciones típicas de la región, hacen de Manantiales del Campo un lugar perfecto para ser descubierto.

Privilegio,
Prestigio &
Tranquilidad.

Manantiales del Campo es un refugio comprometido con la búsqueda de vivencias cargadas de tranquilidad para huéspedes privilegiados en un ambiente sosegado que sorprende por el vínculo vida-naturaleza. Por esto le apostamos a reconocernos como un prestigioso destino de naturaleza, cargado de excelencia en el servicio de alojamiento, esparcimiento y alimentación; enmarcado en un ecoturismo responsable y sostenible.

El Mielerito

Colombia es una tierra sorprendente, cualquier rincón de su geografía está llena de gran diversidad natural y las aves no son la excepción; por algo el país es considerado como “la meca del avistamiento en el mundo”. Cualquier rincón de la topografía nacional alberga cientos de especies de pájaros listos para ser descubiertos por fotógrafos, profesionales y aficionados, que motivados ante todo por su pasión compartida, encuentran en el aviturismo un espacio para el esparcimiento, la protección y el estudio de las aves.

Aficionarse por la observación lúdica de aves silvestres, puede ser tan gratificante que muchos avistadores dedican gran parte de su vida al ejercicio de encontrar la mayor cantidad de especies posibles y celebrar cada registro como un hallazgo que podría identificar alguna especie de difícil acceso. Bien sea por pasatiempo o por trabajo investigativo, esta pasión que inicio en los años 70 en Colombia, con el paso del tiempo se ha trasformado en un sector activo para la economía y el turismo en distintas regiones del país.